San Charbel Makhlouf

San Charbel Makhlouf fue canonizado como santo el 9 de octubre de 1977, bajo la presidencia del Papa Pablo VI. El camino hacia su santidad comenzó en los lugares más humildes y en las familias más humildes. Youssef Antoun Makhlouf nació el 8 de mayo de 1828, el menor de cinco hermanos. Sus padres, Antoun Zaarour Makhlouf y Brigitta Chidiac, vivían en el pueblo de Biqa-Kafra, en lo alto de las montañas libanesas. Cuando Youssef tenía tres años, su padre murió, dejando a Brigitta viuda y luchando por cuidar de sus cinco hijos. Más tarde, la madre de Youssef se volvió a casar con un hombre que se convirtió en párroco del pueblo en el que vivían. Youssef creció en un hogar piadoso, vagó por los campos cuidando a los animales y encontró alegría en la oración y la soledad a una edad temprana. Siguiendo los pasos de dos de sus tíos, Youssef dejó su hogar para convertirse en monje en el Monasterio de San Pedro. Maroun en Annaya a la edad de 23 años. Tras su aceptación en el monasterio, su nombre fue cambiado a Charbel, ya que adoptó el nombre de uno de los primeros mártires. Realizó los estudios esperados, tanto teológicos como seculares, y fue ordenado sacerdote el 23 de julio de 1859. Al regresar al Monasterio de San Marún, Charbel se instaló en una vida de monje de devoción al Señor y a la Iglesia. Varios años después de su servicio, Charbel pidió permiso a sus superiores para retirarse y vivir en soledad en la ermita de los Santos Pedro y Pablo, una pequeña cabaña no lejos del monasterio. Como este permiso sólo se concedería a los monjes más piadosos, Charbel continuó pidiéndolo durante siete años. Sus superiores sólo cedieron cuando, a modo de broma, un sirviente llenó la lámpara de Charbel con agua en lugar de aceite una noche mientras Charbel trabajaba hasta bien entrada la noche. Para sorpresa del sirviente, la lámpara llena de agua estuvo encendida toda la noche. Cuando los superiores de Charbel se enteraron de esto y lo verificaron por sí mismos, sintieron que era una señal de que a Charbel se le debía conceder su solicitud de vivir solo en la pequeña cabaña. Entonces, después de dieciséis años de vivir en el monasterio, Charbel se mudó a vivir en soledad. en la ermita donde vivió los restantes años de su vida. Vivía en una cabaña sencilla y tosca que tenía poca calefacción y sólo lo necesario para las necesidades básicas. En esta cabaña, Charbel comía una comida al día que serían las sobras del monasterio. Soportó inviernos brutales con poco calor, durmió en el suelo con una columna de madera como almohada y se excluyó de cualquiera de las comodidades de la vida que otros se apresuraban a abrazar. Esto le permitió concentrarse en Dios a través de la oración y la adoración y vivir una vida sometida a Dios. Charbel tenía una afinidad inusualmente devota por la Sagrada Eucaristía. Prefería decir Misa diaria a las 11:00 a. m. para poder pasar la mayor parte de la mañana preparándose para la Misa y el resto del día agradeciendo por ello. Mientras decía misa un día de diciembre de 1898, Charbel sufrió un derrame cerebral. Un sacerdote que estaba ayudando durante el servicio respondió para ayudar a Charbel y tuvo que quitarle la Sagrada Eucaristía. Ocho días después, en la víspera de Navidad de 1898, Charbel murió. Tenía 70 años. Como era costumbre entre los monjes, el cuerpo de Charbel no fue embalsamado, fue vestido con el hábito completo de la Orden y fue enterrado directamente en el suelo sin ataúd. Como muchos monjes fieles, Charbel habría quedado sólo en la anulación de la historia si no hubiera sido por los acontecimientos posteriores a su muerte. Después del entierro, una luz brillante rodeó la tumba de Charbel durante 45 noches. Muchos habitantes salieron a observar la increíble luz. Después de solicitar el permiso adecuado, el monasterio hizo exhumar el cuerpo de Charbel y descubrió que el cuerpo ni siquiera había comenzado el proceso de descomposición. Inusual en sí mismo, el hecho de que hubiera caído una fuerte lluvia varias veces desde su entierro y que el cuerpo fuera encontrado flotando sobre una tumba inundada y llena de barro demostró que las condiciones en realidad deberían haber acelerado el proceso. Sin embargo, el cuerpo fue encontrado en perfectas condiciones. A partir de ahí, se limpió el cuerpo, se cambió la ropa y el cuerpo de Charbel fue colocado en un ataúd de madera y colocado en un rincón de la capilla privada del monasterio. Quienes trabajaron con el cuerpo de Charbel también notaron que un líquido salía de los poros del cuerpo después de su exhumación. Lo que se creía que era una mezcla de sudor y sangre, con un olor distintivo a sangre, continuó saliendo del cuerpo. Debido a esta excreción incesante de líquido, la ropa de su cuerpo se cambiaba dos veces por semana. Varios profesionales diferentes del campo médico examinaron el cuerpo y el líquido a lo largo de los años y quedaron asombrados por la falta de descomposición y el flujo continuo de sudor y sangre del cuerpo. En 1918, después de una autopsia del cuerpo, el cuerpo fue dejado en una terraza durante tres meses durante el calor del verano y aún así, no se produjo ninguna descomposición y el líquido continúa siendo expulsado del cuerpo. Después de un examen realizado por dos médicos del Instituto Médico Francés de Beirut en 1927, el cuerpo fue colocado en un ataúd de madera cubierto de zinc y colocado en una tumba especialmente construida. Junto al cuerpo había un tubo de zinc con papeles especiales que explicaban lo que habían encontrado los médicos. El ataúd permaneció en esa tumba especial durante 23 años. En 1950, se descubrió que un líquido se filtraba de la tumba de Charbel. Después de pasar por los canales adecuados para recibir el permiso necesario, el ataúd fue nuevamente abierto con la asistencia de numerosos testigos y médicos. Al abrir el ataúd, el cuerpo todavía estaba intacto sin descomposición y el líquido seguía fluyendo del cuerpo. El tubo de zinc es lo único que sufrió corrosión. Durante los 67 años posteriores a su muerte, el cuerpo de Charbel Makhlouf permaneció preservado sin que se produjera descomposición. En el momento de la beatificación de Charbel en 1965, el cuerpo finalmente había sucumbido a la típica decadencia. Hoy en día, la exudación del líquido ha cesado y sólo quedan los huesos de Charbel, aunque se dice que son de color rojo. Charbel Makhlouf fue un monje y sacerdote que amaba la soledad de la oración, la reverencia del culto, el reflejo de la Sagrada Eucaristía y la libertad de la sencillez. Buscó a Dios temprano en su vida y vivió el voto monástico hasta su muerte. La Iglesia Católica Romana estima a este hombre como alguien que Dios usó para vincular la expresión oriental de la iglesia con la Iglesia en su conjunto. San Charbel Conocido en nuestros días sobre todo por los múltiples milagros que suceden en todo el mundo la Iglesia eligió dos de ellos para declarar la beatificación, y un tercero para su canonización. Estos milagros son: · La curación de Sor María Abel Kamari de los Sagrados Corazones · La curación de Iskandar Naim Obeid de Baabdat · La curación de Mariam Awad de Hammana. · Nohad El Shami: Desde su fallecimiento se ha atribuido a San Charbel un número increíble de sucesos sobrenaturales. El más popular es el de Nohad El Shami, una mujer de 55 años que en el momento del suceso sobrenatural fue curada de una parálisis parcial. Cuenta que la noche del 22 de enero de 1993, encontró en su sueño a dos monjes maronitas que permanecían junto a su cama. Uno de ellos puso sus manos en su cuello y trabajó sobre ella, aliviando su dolor mientras el otro detrás de su espalda. Cuando despertó descubrió dos heridas en el cuello, una en cada lado. Quedó totalmente curada y recuperó su capacidad de caminar. Creyó que fue San Charbel quien la recuperó pero no percibió al otro Monje. La siguiente noche, Algunos de los materiales fueron tomados de:

• es.wikipedia.org
• Un milagro viviente, Hardyart.com
• Nohad El Shami, Marcharbel.com
• " Milagros", Charbel.org

Película completa - La vida de San Charbel